Desarrollo histórico de la guitarra
Aunque aún no se conoce exactamente cuál es el
origen exacto, sabemos que, según la mitología antigua, los instrumentos de
cuerda punteada tienen su antecesor directo en la lira. La representación más
antigua de este tipo de instrumentos es un bajo relieve hallado durante unas
excavaciones en el templo babilónico de Birmania y que data del cuarto milenio
o principios del tercero a. C., en el que se puede apreciar una comitiva de
músicos que tocan, entre otros instrumentos, una lira de siete cuerdas.
En Europa, durante el S. XIII aparecen ilustraciones
de instrumentos similares a ésta. En el S. XV comienzan a aparecer
explicaciones específicas que tratan de cómo tocar este instrumento y del S.
XVI datan las primeras reseñas sobre música escrita exclusivamente para
guitarra.
Fuera de Europa, concretamente en Asia menor (hoy
Turquía), han aparecido grabados de piedra) fechados en el año 1350 a. C.
aproximadamente, en los que se ve un instrumento muy similar a la guitarra
actual, pero que no se encuentra recogido en los textos griegos ni romanos, de
lo que se deduce que quizá este instrumento permaneciera durante muchos años en
Oriente Próximo, antes de que apareciera en Europa a lo largo la época
medieval.
También podemos hallar reseñas históricas de
instrumentos que guardan similitud con la guitarra en pinturas egipcias, pero
la aparición de los antecesores más directos de la guitarra se encuentran,
realmente, a partir de la época renacentista con instrumentos que tienen sus
raíces en la Edad Media Alta. Durante el Renacimiento encontramos ya una
distinción entre dos instrumentos que serán el comienzo de la larga evolución
de la guitarra, es decir, el laúd (instrumento de cuerda que primará en
Alemania, Francia e Inglaterra, y guitarra latina antecesora de la vihuela (instrumento
por excelencia en España, en cuanto a los de cuerda se refiere).
Antecesores de
la guitarra en el Renacimiento:
El laúd europeo
El término laúd se le aplica, en Europa, a cualquier
instrumento de cuerda punteada que cuente con una caja de resonancia abombada
y, al final de su mástil, un clavijero torcido hacia atrás y que, generalmente,
tiene cuerdas dobles u órdenes.
Su origen es muy remoto, pero se sabe que las
reseñas más primitivas hacia el 1300 a.C. Se considera que ha sido uno de los instrumentos
más importantes del mundo islámico. Y fue introducido en Europa a través de
España por los árabes.
Cuando el laúd fue introducido en Europa sólo
contaba con cuatro cuerdas simples y luego se le agregó una quinta más grave.
Pero, con el correr de los años, se comenzaron a utilizar las cuerdas dobles
para ganar en sonoridad, aunque la primera cuerda era siempre simple y se la
denominaba “cantarella” (estas cuerdas eran de tripa animal). En el S. XV es
cuando se termina de consolidar la forma del laúd europeo. En el siguiente
vídeo puede apreciarse la sonoridad típica de este instrumento:
Vídeo: el sonido del laúd (Greenleeves).
Fuente: YouTube.es
La vihuela o viola da mano y la guitarra de cuatro órdenes o
renacentista
La vihuela tuvo su apogeo dentro del período renacentista,
concretamente entre los años 1535 y 1576. Era el instrumento de cuerda punteada
más importante en España, así como lo era el laúd en el resto de Europa; y
coexistía con otro instrumento muy similar, que se utilizaba, sobre todo, en
Francia, denominado guitarra de cuatro órdenes o guitarra renacentista.
Exteriormente la vihuela y la guitarra renacentista
eran muy similares a la guitarra, entre otras cosas por su forma de 8. Contaban
con un mástil provisto de diez trastes móviles y de tripa de cordero iguales a los del laúd europeo.
La vihuela solía tener cinco órdenes afinadas al
unísono y una cuerda simple (la más aguda), similar a la cantarella del laúd.
La guitarra renacentista tenía cuatro órdenes y no contaba con la cantarella.
Tanto la vihuela como la guitarra renacentista guardaban
muchas similitudes entre sí y, diferencia del laúd tenían la tapa trasera de su
caja de resonancia plana, lo cual asemejaba más a la guitarra actual. Y en la
tapa armónica de ambos instrumentos encontramos rosetones similares a los del
laúd europeo.
Imagen de
rosetón de vihuela
Antecesores en el período barroco
El período barroco supondrá
un triunfo para la guitarra, ya que surgirá un nuevo tipo llamado guitarra de
cinco órdenes o guitarra barroca. Este instrumento sustituirá tanto a la
guitarra de cuatro órdenes, así como a la vihuela y el laúd. Aunque el proceso
fue distinto según cada país de Europa, manteniendo el laúd su presencia en
algunos países, en otros se equiparó la guitarra barroca y el laúd y otros,
como España, esta nueva guitarra suplantó a otros instrumentos similares (en
este caso la vihuela).
La guitarra barroca
Esta guitarra representa un nuevo paso hacia el tipo
de guitarra que todos conocemos hoy en día. Aunque su mástil seguía siendo más
corto que el de la guitarra actual, su boca aún mantenía elaborados rosetones,
y todavía se utilizaban sólo cinco cuerdas dobles, la afinación de éstas
comienza a aproximarse cada vez más a la que será la afinación definitiva de la
guitarra moderna.
La guitarra en el período clásico romántico
Durante el final del S.XVII la guitarra comenzó a
sufrir un gran declive y se vio solapada por la importancia que le daban los
compositores a otros instrumentos como los instrumentos de teclado o el violín;
y la guitarra sólo se utilizaba a modo de instrumento acompañante, relegándola
a un segundo plano.
Ya entrado el S.XVIII, la guitarra de cinco órdenes
sufre un cambio que la acercaría mucho más a la guitarra de nuestros días. Se
añadió una cuerda más grave afinada en mi, dejando así la afinación del modo
que la conocemos hoy en día para este instrumento.
La guitarra romántica
Ya en el S.XIX la guitarra se nos presenta casi tal
y como es en nuestro tiempo. Ya no utilizaba cuerdas dobles u órdenes, sino que
ahora se valía de cuerdas simples que, como la guitarra actual, sumaban un
número de seis en total.
Finalmente, en el año 1840 Antonio Torres Jurado desarrollará su original
disposición de varas en abanico dentro de la tapa armónica del instrumento. Por
otra parte, este constructor introdujo el uso del mástil superpuesto a la caja
de resonancia, y añadió más trastes, con lo cual las dimensiones del
instrumento variaron y, con ello, las cuerdas debían ser más largas y por tanto
el instrumento ganó en sonoridad.
En el siguiente vídeo se puede disfrutar de la
sonoridad de una de las guitarras más emblemáticas de este constructor:
Vídeo: Sonoridad de la guitarra Torres (La leona)
Fuente: YouTube.es
La época
dorada de la guitarra de seis cuerdas
A partir de la primera mitad del S.XIX (período romántico), a
raíz de un renovado y creciente gusto por la guitarra, aparecieron nuevos
maestros, compositores e intérpretes que llevaron la técnica y el repertorio de
la guitarra hasta un nivel muy elevado, mediante la investigación y la creación
de infinidad de métodos dedicados a mejorar y establecer nuevos recursos
estilísticos y técnicos para la guitarra. A causa de las guerras napoleónicas
muchos de estos maestros se verían forzados a emigrar a otros núcleos musicales
como París, Londres o Viena, lo cual representaría una expansión del gusto por
este instrumento hacia estos importantes círculos de música.