miércoles, 4 de mayo de 2016

La guitarra y su historia

Desarrollo histórico de la guitarra


           
Aunque aún no se conoce exactamente cuál es el origen exacto, sabemos que, según la mitología antigua, los instrumentos de cuerda punteada tienen su antecesor directo en la lira. La representación más antigua de este tipo de instrumentos es un bajo relieve hallado durante unas excavaciones en el templo babilónico de Birmania y que data del cuarto milenio o principios del tercero a. C., en el que se puede apreciar una comitiva de músicos que tocan, entre otros instrumentos, una lira de siete cuerdas.

En Europa, durante el S. XIII aparecen ilustraciones de instrumentos similares a ésta. En el S. XV comienzan a aparecer explicaciones específicas que tratan de cómo tocar este instrumento y del S. XVI datan las primeras reseñas sobre música escrita exclusivamente para guitarra.

Fuera de Europa, concretamente en Asia menor (hoy Turquía), han aparecido grabados de piedra) fechados en el año 1350 a. C. aproximadamente, en los que se ve un instrumento muy similar a la guitarra actual, pero que no se encuentra recogido en los textos griegos ni romanos, de lo que se deduce que quizá este instrumento permaneciera durante muchos años en Oriente Próximo, antes de que apareciera en Europa a lo largo la época medieval.

También podemos hallar reseñas históricas de instrumentos que guardan similitud con la guitarra en pinturas egipcias, pero la aparición de los antecesores más directos de la guitarra se encuentran, realmente, a partir de la época renacentista con instrumentos que tienen sus raíces en la Edad Media Alta. Durante el Renacimiento encontramos ya una distinción entre dos instrumentos que serán el comienzo de la larga evolución de la guitarra, es decir, el laúd (instrumento de cuerda que primará en Alemania, Francia e Inglaterra, y guitarra latina antecesora de la vihuela (instrumento por excelencia en España, en cuanto a los de cuerda se refiere).

Antecesores de la guitarra en el Renacimiento:

El laúd europeo


           
El término laúd se le aplica, en Europa, a cualquier instrumento de cuerda punteada que cuente con una caja de resonancia abombada y, al final de su mástil, un clavijero torcido hacia atrás y que, generalmente, tiene cuerdas dobles u órdenes.

Su origen es muy remoto, pero se sabe que las reseñas más primitivas hacia el 1300 a.C. Se considera que ha sido uno de los instrumentos más importantes del mundo islámico. Y fue introducido en Europa a través de España por los árabes.

Cuando el laúd fue introducido en Europa sólo contaba con cuatro cuerdas simples y luego se le agregó una quinta más grave. Pero, con el correr de los años, se comenzaron a utilizar las cuerdas dobles para ganar en sonoridad, aunque la primera cuerda era siempre simple y se la denominaba “cantarella” (estas cuerdas eran de tripa animal). En el S. XV es cuando se termina de consolidar la forma del laúd europeo. En el siguiente vídeo puede apreciarse la sonoridad típica de este instrumento:

Vídeo: el sonido del laúd (Greenleeves).
Fuente: YouTube.es


La vihuela o viola da mano y la guitarra de cuatro órdenes o renacentista


La vihuela tuvo su apogeo dentro del período renacentista, concretamente entre los años 1535 y 1576. Era el instrumento de cuerda punteada más importante en España, así como lo era el laúd en el resto de Europa; y coexistía con otro instrumento muy similar, que se utilizaba, sobre todo, en Francia, denominado guitarra de cuatro órdenes o guitarra renacentista.

Exteriormente la vihuela y la guitarra renacentista eran muy similares a la guitarra, entre otras cosas por su forma de 8. Contaban con un mástil provisto de diez trastes móviles y de tripa de cordero iguales a los del laúd europeo.

La vihuela solía tener cinco órdenes afinadas al unísono y una cuerda simple (la más aguda), similar a la cantarella del laúd. La guitarra renacentista tenía cuatro órdenes y no contaba con la cantarella.

Tanto la vihuela como la guitarra renacentista guardaban muchas similitudes entre sí y, diferencia del laúd tenían la tapa trasera de su caja de resonancia plana, lo cual asemejaba más a la guitarra actual. Y en la tapa armónica de ambos instrumentos encontramos rosetones similares a los del laúd europeo.

Imagen de rosetón de vihuela


Antecesores en el período barroco

               


El período barroco supondrá un triunfo para la guitarra, ya que surgirá un nuevo tipo llamado guitarra de cinco órdenes o guitarra barroca. Este instrumento sustituirá tanto a la guitarra de cuatro órdenes, así como a la vihuela y el laúd. Aunque el proceso fue distinto según cada país de Europa, manteniendo el laúd su presencia en algunos países, en otros se equiparó la guitarra barroca y el laúd y otros, como España, esta nueva guitarra suplantó a otros instrumentos similares (en este caso la vihuela).


La guitarra barroca

               
            


Esta guitarra representa un nuevo paso hacia el tipo de guitarra que todos conocemos hoy en día. Aunque su mástil seguía siendo más corto que el de la guitarra actual, su boca aún mantenía elaborados rosetones, y todavía se utilizaban sólo cinco cuerdas dobles, la afinación de éstas comienza a aproximarse cada vez más a la que será la afinación definitiva de la guitarra moderna.


La guitarra en el período clásico romántico



Durante el final del S.XVII la guitarra comenzó a sufrir un gran declive y se vio solapada por la importancia que le daban los compositores a otros instrumentos como los instrumentos de teclado o el violín; y la guitarra sólo se utilizaba a modo de instrumento acompañante, relegándola a un segundo plano.

Ya entrado el S.XVIII, la guitarra de cinco órdenes sufre un cambio que la acercaría mucho más a la guitarra de nuestros días. Se añadió una cuerda más grave afinada en mi, dejando así la afinación del modo que la conocemos hoy en día para este instrumento.


La guitarra romántica

        

           
Ya en el S.XIX la guitarra se nos presenta casi tal y como es en nuestro tiempo. Ya no utilizaba cuerdas dobles u órdenes, sino que ahora se valía de cuerdas simples que, como la guitarra actual, sumaban un número de seis en total.

Finalmente, en el año 1840 Antonio Torres Jurado desarrollará su original disposición de varas en abanico dentro de la tapa armónica del instrumento. Por otra parte, este constructor introdujo el uso del mástil superpuesto a la caja de resonancia, y añadió más trastes, con lo cual las dimensiones del instrumento variaron y, con ello, las cuerdas debían ser más largas y por tanto el instrumento ganó en sonoridad.

En el siguiente vídeo se puede disfrutar de la sonoridad de una de las guitarras más emblemáticas de este constructor:

Vídeo: Sonoridad de la guitarra Torres (La leona)
Fuente: YouTube.es


La época dorada de la guitarra de seis cuerdas



A partir de la primera mitad del S.XIX (período romántico), a raíz de un renovado y creciente gusto por la guitarra, aparecieron nuevos maestros, compositores e intérpretes que llevaron la técnica y el repertorio de la guitarra hasta un nivel muy elevado, mediante la investigación y la creación de infinidad de métodos dedicados a mejorar y establecer nuevos recursos estilísticos y técnicos para la guitarra. A causa de las guerras napoleónicas muchos de estos maestros se verían forzados a emigrar a otros núcleos musicales como París, Londres o Viena, lo cual representaría una expansión del gusto por este instrumento hacia estos importantes círculos de música. 

Partes de la guitarra: Cuerpo o caja de resonancia

Partes que conforman el cuerpo o caja de resonancia:


Continuando con nuestras entradas referidas a las partes que componen la guitarra clásica, ahora es el momento de referirnos a las partes del cuerpo o caja de resonancia.

Este conjunto de partes conforman el aparato amplificador de las ondas emitidas por la vibración de las cuerdas del instrumento, por lo que las maderas utilizadas para su fabricación han de tener unas cualidades específicas, como su grosor y dureza, ya que la capacidad que tengan estas maderas para vibrar influirá directamente en la potencia y la calidad del sonido resultante; estas maderas suelen ser pino abeto, palo santo, cedro o ciprés.

La caja de resonancia de la guitarra se barniza con variados productos como la goma laca, dependiendo del constructor, como podemos ver en el siguiente vídeo:

Vídeo: Barnizado con goma laca

Fuente: YouTube.es

Las partes que componen esta caja de resonancia son las siguientes:


Tapa armónica
      
       


La tapa armónica se compone de dos piezas simétricas de madera con una forma de medio 8 cada una y pegadas y aseguradas entre sí por medio del tapajuntas. Estas tapas cuentan con un conjunto de varetas o varillas adheridas a estas en su interior y están reforzadas por unas barras de refuerzo, más gruesas que las varillas. En su cara anterior y en su parte inferior va pegado el puente. En los lados interiores de las tapas se aprecian dos cortes en forma de semicírculo que, al unir ambas piezas, forman una abertura en forma de círculo, denominada boca o tarraja.

Las maderas que se utilizan para su construcción son las mismas que hemos nombrado anteriormente, o sea, pino abeto, palo santo, cedro o ciprés.

El siguiente vídeo ejemplifica el método de construcción de la tapa armónica:

Vídeo: Confección de la tapa armónica
Fuente: YouTube.es



Varetaje (varetas o varillas)

                                            
                    


Se trata de unas finas varillas que suelen ser de pino (varía según el luthier) y que, generalmente son siete o nueve y se disponen en forma de abanico. Este sistema o método de colocación de las varetas en forma de abanico es una innovación que introdujo el afamado luthier AntonioTorres Jurado y con ello se consigue proporcionar una mayor vibración a la tapa armónica.


Barras de refuerzo

                    


Estas barras son unas piezas de madera algo más gruesas que las varillas y, como su propio nombre indica sirven para reforzar la tapa armónica. Gracias a estos refuerzos el grosor de la tapa armónica puede ser más fino y, por consiguiente, tendrá una mayor vibración.


El tapajuntas

                       


El tapajuntas es una fina y estrecha lámina de madera que se pega por dentro de la tapa armónica, entre la unión de las dos mitades de ésta y cumple la función de reforzar esta unión para evitar que se abra.


Boca o tarraja:
  

                    

Es un orificio de unos 85mm de diámetro en la parte frontal de la caja de resonancia que resulta (como mencionamos anteriormente) del corte semicircular de sendas mitades de la tapa armónica y cuya finalidad es dejar entrar y salir el aire en la misma y propagar el sonido.

Rosetón o roseta




En los contornos de la boca o tarraja de la guitarra podemos observar un dibujo circular llamado rosetón o roseta.

En los instrumentos predecesores a la guitarra así como en las guitarras de la antigüedad los rosetones eran verdaderas obras de artesanía elaborados a base de pegar en incrustar diminutos trozos de madera  de diversos tamaños y colores unos con otros. Hoy en día se sigue empleando su uso, pero la mayoría están pintados o pegados y no son tan elaborados como los de antaño.

La finalidad del rosetón es puramente estética y no influye en manera alguna sobre el sonido de la guitarra (pero supone otra de las marcas características de cada luthier).

Puente
                  
                 
                         


Se trata de una pieza de madera adherida a la parte frontal de la caja de resonancia de la guitarra, que cuenta con una ranura donde se albergará la cejuela o cejilla de puente. Además cuenta con unas perforaciones perpendiculares por las que se pasarán las cuerdas para completar su colocación. A continuación ofrecemos un vídeo de cómo se realiza dicha fijación de las cuerdas al puente: 


Vídeo: Cambiando las cuerdas de la guitarra
Fuente: YouTube.es


Cejuela de puente
  

                 

La cejuela de puente es igual a la cejuela o cejilla superior , tanto en el material utilizado como en la función de elevar las cuerdas. La única diferencia es la anchura, ya que la cejuela de puente es más ancha que la cejilla superior.

Fondo o tapa trasera

               

Se trata de la tapa opuesta a la tapa armónica y, junto con esta, delimitan la caja de resonancia. Su construcción en tamaño y forma es muy similar a la de la tapa armónica, pero esta no cuenta con el varetaje de la primera, aunque sí con barras de refuerzo.

La función de la tapa trasera es la de retener las vibraciones sonoras que entran en la caja de resonancia y transferirlas hacia la tapa armónica para que ésta vibre y amplifique las ondas que emiten las cuerdas.

Las maderas utilizadas para su construcción suele ser cedro, arce o palo santo, dependiendo del constructor.


Aros o flancos
               
Los aros son dos planchas simétricas de madera moldeadas, con el fin de que encajen perfectamente con la forma de la tapa armónica y la tapa trasera para culminar o cerrar la caja de resonancia por sendos costados. Se utiliza para su construcción la misma madera que se haya usado para la tapa trasera.

A continuación ofrecemos un vídeo en el que se ve cómo se consigue darle su forma:



           Vídeo: Construcción de los aros de la guitarra

Fuente: YouTube.es



Taco o zoque inferior

                  


El taco o zoque inferior es una pieza de diferente forma que el zoque o quilla, que cumple la función de culminar y reforzar la unión de los aros o flancos, en su punto de unión inferior.

Partes de la guitarra: Cuello o mástil.


Partes que conforman el cuello o mástil del instrumento: el mango, el zoque o quilla, la cejuela o cejilla superior, el diapasón, y los trastes

Siguiendo con esta serie de post relativos a las partes más importantes que conforman la guitarra clásica española, en esta ocasión nos referiremos al cuello o mástil, distinguiendo y analizando las partes que lo componen.

Cuello o mástil 



Cuando hablamos de cuello o mástil de la guitarra nos estamos refiriendo a la parte que se toma con la mano izquierda (si tocamos como guitarristas diestros) y sobre la que se pisarán las cuerdas para generar las notas o acordes deseados. Las partes que componen el mástil son cinco concretamente, o sea, el mango, el zoque o quilla, la cejuela o cejilla superior, el diapasón, y los trastes. A continuación presentamos una definición más profunda de cada una de estas partes.

El mango 



El mango es una pieza que recorre longitudinalmente toda la parte trasera del mástil de la guitarra y une este con la cabeza de la misma en la parte superior y con el zoque o quilla en la parte inferior.
Esta pieza está construida siempre de madera que suele ser cedro o palosanto y cumple la función de soportar el diapasón.

El evitar la curvatura de esta pieza es vital para la afinación de las cuerdas, ya que si, por cuestiones meteorológicas o a causa de la elevada tensión de las cuerdas este llegara a curvarse, sería prácticamente imposible el conseguir la una afinación correctas y se diría que la guitarra está “desquintada” 

La cejuela o cejilla superior 



           
Esta pieza se encuentra justo sobre la unión entre la cabeza y el mástil de la guitarra y va fijada a la parte superior del diapasón sobre una ranura hecha en la madera.

El material por el que está compuesta esta parte suele ser el hueso de animal, plástico o madera dura.
Su función es la de elevar las cuerdas por encima del diapasón y los trastes, así como la de separar las cuerdas, lo cual se consigue gracias a unas pequeñas hendiduras hechas en la cara frontal de la pieza sobre las que se colocan las cuerdas.

La cejuela no va pegada sobre la madera que la soporta, sino que la hendidura en la que se coloca ha de ser del tamaño exacto para que esta pieza entre totalmente a presión y, por otra parte, la tensión de las cuerdas sobre la misma no deja que se mueva.

El zoque, quilla o tacón 


                              
           
Esta pieza es la base del cuello de la guitarra. Está hecha a base de madera maciza, generalmente del mismo tipo de la que esté compuesto el mástil. Su función es la de unir el mango con la caja de resonancia del instrumento, así como asegurar la parte superior de los aros o flancos.

El diapasón



Se trata de una pieza alargada y plana de madera muy dura que, generalmente, es el ébano o palisandro. La madera por la que se compone ha de ser dura obligatoriamente, puesto que si no el diapasón sufriría desperfectos a causa de la erosión que se genera por los dedos y el sudor de los mismos al pulsar las cuerdas. Esta pieza descansa sobre el mango, que es el encargado de soportarla, como ya he dicho anteriormente.

Sobre el diapasón se aprecian diecinueve ranuras, con una separación diferente entre cada una de ellas. Estas separaciones son cada vez más pequeñas ya que son el resultado de dividir el largo total de la cuerda por el total de separaciones a realizar, se toma el resultado de esta operación y se le resta al total de separaciones a realizar; este nuevo resultado se divide por el total de separaciones a realizar menos 1, y así sucesivamente: {longitud de la cuerda / 19 = X, luego longitud de la cuerda – X= Y y, finalmente, Y / 18= Xº}. Incrustados en estas ranuras irán unas piezas metálicas llamadas trastes. También se llamará traste a las separaciones entre cada una de estas piezas de metal. Sobre estas separaciones se pulsarán las cuerdas para conseguir diferentes notas. Estas divisiones son el equivalente a las teclas blancas y negras del piano , puesto que la diferencia resultante de pulsar y pulsar la cuerda de otra separación es de un semitono; es decir que si pulsamos una cuerda al aire, luego pisamos sobre la misma cuerda en el primer traste y la pulsamos, luego en el segundo y así sucesivamente, obtendremos como resultado sonoro una escala cromática. Para conocer la distribución de las notas en el mástil pincha en el siguiente enlace.

 Los trastes




Los trastes son, como ya dijimos, unas piezas de metal (podemos encontrarlos de diferentes tipos de metales como, por ejemplo, el níquel, la alpaca o acero; aunque en las guitarras de gama más alta, algunos luthiers utilizan metales de mayor calidad y coste monetario como, por ejemplo, la plata maciza). Antaño se utilizaban los trastes móviles creados a base de las propias cuerdas de tripa que se ataban al mástil y podía variarse la separación entre los mismos; pero en las guitarras de hoy en día esta práctica se ha abandonado.

Estas piezas se incrustan en las aberturas hechas previamente en el diapasón gracias a que la forma de los trastes es la de una letra T alargada y su arista vertical se introduce en la madera, quedando a la vista solamente su arista horizontal (aunque a veces sólo se trata de una barrita metálica horizontal sin forma de T).

La función de los trastes es la de dividir el diapasón en semitonos, como ya hemos visto. Para facilitar al guitarrista la localización de un traste u otro se realizan unas marcas en los trastes, generalmente en los impares, empezando desde el traste 3 hasta el 9 y dos marcas en el número 12. Estas marcas pueden estar simplemente pintadas o ser incrustaciones en el diapasón y pueden estar en la cara frontal del mismo o en su costado. Aunque el poner o no estas marcas, así como los trastes que se marquen dependen del constructor.

En el siguiente vídeo podemos observar cómo se colocan los trastes sobre el diapasón:


Vídeo: Colocación de los trastes
Fuente: YouTube.es

Partes de la guitarra: Cabeza

Partes que conforman la cabeza del instrumento: los clavijeros, las clavijas, los tubos, y las cuerdas


En entradas anteriores hemos dado un pequeño repaso en torno a las partes más importantes que, en términos generales, componen la guitarra clásica tal y como la conocemos en la actualidad.

En este nuevo post desarrollaremos una descripción con algo de mayor profundidad, explicando en primer lugar cuáles son las partes que conforman la cabeza de este instrumento (el primero de los tres grandes grupos de partes de las que se compone la guitarra clásica o española y que explicamos en anteriores entradas) en concreto, así como también expondremos una breve referencia sobre cada uno de los mencionados elementos o partes, para que el lector pueda comprender con mayor detalle su funcionamiento y el papel que le corresponde dentro del conjunto general del instrumento.

 En primer lugar debemos aclarar que en este post nos ceñiremos a la explicación de todas las partes de la cabeza de la guitarra con excepción de la madera que forma el grueso de la parte en cuestión, puesto que a ella ya nos referimos en post anteriores.


Así, las partes que forman la cabeza de la guitarra clásica o españolas son las siguientes:

Los clavijeros


Se trata de dos piezas de metal incrustadas y fijadas por tornillos a los laterales de la cabeza de la guitarra y que cuentan con un sistema de engranajes mediante el cual se accionan las clavijas (de hecho la principal función de los clavijeros es albergar las clavijas, a las cuales nos referiremos posteriormente) para conseguir la afinación deseada.

En siguiente lugar, conectadas al clavijero (aunque se trata de piezas diferentes a este), tenemos:

Las clavijas




 Son unas piezas cilíndricas de metal a las que se les aplica una pequeña pieza de madera o plástico en su parte superior y que están torneadas en la parte inferior para unirse con el sistema de engranaje, antes nombrado, de los clavijeros, para poder accionarlos. Este sistema de engranaje lleva inserto unos tornillos de manera perpendicular, los cuales se introducen dentro de unos pequeños tubos (a los cuales haremos alusión en el apartado siguiente) que se meten en la cabeza de la guitarra (a través de unos huecos previamente efectuados en la madera) para completar la fijación de los clavijeros.


En siguiente lugar, tal y como referenciamos en el acápite anterior, tenemos los llamados:

Los tubos


Estos pequeños tubos son unas piezas cilíndricas y huecas que suelen ser de marfil, hueso o plástico (quedando ello a elección del constructor) que cuentan con una perforación horizontal por la cual se pasan y atan las cuerdas del instrumento. Al girar las clavijas estos pequeños tubos van enroscando o desenroscando estas cuerdas tensándolas o destensándolas para conseguir la afinación que se desee.

Para aquel lector interesado en cómo debe realizarse la colocación de los clavijeros de manera correcta, ofrecemos el siguiente vídeo tutorial:

Fuente: YouTube.es

Para concluir este post, en cuarto y último lugar, nos referiremos a las cuerdas que, si bien recorren el instrumento en toda su extensión, hemos decidido incorporar su explicación dentro de las referencias sobre la cabeza por ser el punto donde se producirá la manipulación de las clavijas para conseguir la afinación de las mismas


Las cuerdas




La guitarra clásica o de nuestros días cuenta, generalmente, con seis cuerdas que van de más fina a más gruesa (de más aguda a más grave por consiguiente), las cuales se nombran según los números ordinales (primera, segunda, etc.) y se afinan de la siguiente manera:


1ª: mi – 2ª: si – 3ª: sol – 4ª: re – 5ª: la – 6ª: mi (dos octavas más grave que la 1ª).

Antaño el material utilizado para la fabricación de las cuerdas era la tripa de animal, pero en nuestros días se utiliza material sintético como el nylon o, incluso, el carbono. Para mayor información sobre la fabricación de las cuerdas pincha en el siguiente (Link)

Hay dos grupos de cuerda en la guitarra, es decir, la primera, segunda y tercer cuerda, que reciben el nombre de tiples y están hechas con nylon o carbono; y la cuarta, quinta y sexta que se denominan bordonas. En este último grupo, a diferencia del primero, las tres cuerdas están hechas a base de filamentos de seda entorchados, o sea, bobinados o envueltos con un hilo de metal, que puede ser plata o cobre.

Las cuerdas van atadas desde el sistema de clavijas y pasan a lo largo de toda la extensión de la guitarra, hasta llegar al puente inferior, donde terminan de fijarse. El tamaño habitual de cada una de estas cuerdas es de 65 cm. de longitud. Para una mayor información al respecto de los tipos de cuerdas puede darle click al siguiente enlace sobre las cuerdas, calibres y tensiones

Por último, y simplemente como una curiosidad, aconsejamos que el lector dedique unos segundos a observar en el siguiente vídeo referido a cómo se produce la vibración de las cuerdas del instrumento desde el punto de vista del interior de la caja de resonancia.


Vista de las cuerdas desde el interior de la guitarra:


                                                                Fuente: YouTube.es